Las caídas, golpes y los accidentes son fuente frecuente de dolor y problemática en nuestro cuerpo. Normalmente, a parte del daño ocasionado en el tejido, existe una energía de impacto que queda muchas veces absorbida en el cuerpo, y lleva tiempo disipar.
Siempre tratamos de ver la globalidad de la repercusión del traumatismo, considerando que más allá del propio daño, debemos atender a ese “impacto energético”, y también a la respuesta que el cuerpo genera en reacción a la energía entrante.
Trabajamos en un continuo “diálogo” con el tejido y el paciente, tratando de liberar energía (generalmente con terapia cráneo-sacral) a la vez que vamos recuperando los tejidos con osteopatía, masaje, estiramiento, y si fuese necesario, vendaje.