Skip links

Presentación

Un poco más sobre Eduardo Martín

Mi nombre es Eduardo Martín Hermana, y soy fisioterapeuta desde 2004, año en que acabé mis estudios de Fisioterapia en la Universidad de Oviedo.

Una lesión muscular padecida meses antes de escoger carrera me hizo descubrir el mundo de la fisioterapia y enamorarme profundamente de la profesión hasta el punto de escogerla como mi futuro trabajo.

Desde entonces, no puedo más que sentirme afortunado por la elección y por tanto aprendido y disfrutado en el camino.

Acabar la carrera fue sólo el comienzo de un largo proceso. El afán de entender más y mejor el cuerpo de cada persona, de ofrecer lo mejor para su recuperación, me ha llevado y me sigue llevando a explorar nuevas terapias, reciclarme, replantearme las patologías y los tratamientos y aprender de la propia experiencia de manera continua.

Con el tiempo he ido conformando un estilo, caracterizado por el trato personal e individualizado, donde la terapia manual como herramienta de elección frente a otro tipo de técnicas fisioterápicas, aunque sin obviar su importancia.

El centro

¿Qué nos hace diferentes?

EduMar Centro de Fisioterapia es el resultado de un largo recorrido de aprendizaje y vocación de servicio.

Tras años trabajando en diferentes lugares, surgió el deseo de crear un espacio que proporcionase la comodidad, privacidad y relajación que consideraba necesaria para brindar la mejor atención posible al paciente. De este deseo, nace en 2016 EduMar.

La ubicación, las instalaciones y el ritmo de consulta (por lo general una hora por paciente) pretenden que todo el que acuda se sienta a gusto, bien atendido, e incluso pueda relajarse con la vista o el sonido del mar mientras es tratado.

La unicidad de cada caso y la predilección por la terapia manual para abordarlo, son seña de identidad del Centro. Entre los objetivos planteados en la sesión destacan:

  • Escuchar al paciente y a su cuerpo. Verlo en reposo y movimiento y realizar test para entender lo mejor posible el problema o la evolución del mismo.
  • Disminuir/eliminar el dolor del paciente.
  • Rehabilitar.
  • Educar y/o reeducar en el comportamiento del cuerpo y asesorar en ergonomía.

En definitiva, lo que se pretende en el centro es dotar al paciente de un mayor conocimiento de sí mismo y mejorar su calidad de vida, y no escatimamos esfuerzos para ello.

Tratamientos

¿En qué podemos ayudarte?

Las caídas, golpes y los accidentes son fuente frecuente de dolor y problemática en nuestro cuerpo. Normalmente, a parte del daño ocasionado en el tejido, existe una energía de impacto que queda muchas veces absorbida en el cuerpo, y lleva tiempo disipar.

Siempre tratamos de ver la globalidad de la repercusión del traumatismo, considerando que más allá del propio daño, debemos atender a ese “impacto energético”, y también a la respuesta que el cuerpo genera en reacción a la energía entrante.

Trabajamos en un continuo “diálogo” con el tejido y el paciente, tratando de liberar energía (generalmente con terapia cráneo-sacral) a la vez que vamos recuperando los tejidos con osteopatía, masaje, estiramiento, y si fuese necesario, vendaje.

Estas problemáticas son muy frecuentes, suponiendo un elevado número de consultas médicas y bajas laborales. Muchas veces su origen un mal hábito postural  o un gesto que por repetición y/o mala ejecución ha originado el problema.

En nuestro centro, aparte de tratar la lesión que encontramos, ponemos especial atención en buscar las posibles causas que la originan: una mala postura sentado, un  mal gesto a la hora de coger pesos o realizar una determinada actividad, déficit de acondicionamiento físico para el trabajo realizado, falta de ergonomía en el trabajo, exceso de horas de pie, postura incorrecta en bipedestación, colchón o almohada  no adecuados para la persona…

Si somos capaces de encontrar la causa, en pocas sesiones e introduciendo un cambio en las rutinas diarias, conseguimos en un elevado número de casos una mejora definitiva en la problemática del paciente.

El tratamiento combina terapia cráneo-sacral, masaje, osteopatía, estiramiento y re-educación postural para conseguir que este tipo de problemas mejoren.

Son aquellas que se producen durante el desarrollo de la práctica deportiva, ya sea profesional o amateur. A veces se trata de lesiones casuales, pero otras se deben a prácticas o posiciones incorrectas durante un entrenamiento o competición, o al uso de material incorrecto.

Frecuentemente se trata de traumatismos musculares, articulares y/o ligamentosos, que ocasionan una lesión. Dentro de estas, nos podemos encontrar desde contracturas, esguinces, contusiones, lesiones musculares (desgarros, tirones, calambres,…), lesiones tendinosas,… hasta luxaciones e incluso fracturas óseas.

El tratamiento siempre irá destinado a recuperar el tejido dañado y la función, así como revaluar el gesto, material y condiciones de trabajo cuando sea necesario, para evitar posibles recaídas.

La terapia manual (osteopatía, masaje y estiramiento), el vendaje si fuera necesario, y también la re-educación motriz son algunas de las pautas de intervención más frecuentes para este tipo de lesiones.

Dentro de la patología que solemos encontrar, las protrusiones o hernias discales son relativamente frecuentes.

Una protrusión discal consiste en el abombamiento del anillo fibroso del disco intervertebral, mientras que una hernia discal consiste en la salida de parte del núcleo pulposo a través de una fisura en dicho anillo. En ambos casos, si la parte protruida o el segmento extruido en la hernia incomodan al nervio o la médula, nos encontraremos con un alteración neurológica, que puede ir desde la alteración de la sensibilidad, hasta el dolor y la disfunción motriz.

Trataremos la lesión intentando reducir la irritación del segmento, liberar presión sobre el nervio, mejorar su deslizamiento. Por otro lado, analizaremos posturas y gestos lesivos para evitarlos, a la par que relajaremos zonas con tensión anómala y fortalecemos regiones hipotónicas que pueden proteger el segmento vulnerable.

Trabajaremos con principalmente usando terapia cráneo-sacral, movilización neuromeníngea, técnicas osteopáticas, estiramiento, ejercicios de fortalecimiento y masaje.

Cada vez es más frecuente encontrarse con lesiones en esta articulación. Se trata de una región sensible al estrés (manifestado como tensión), a los problemas de oclusión y muchas veces a ambos. Combinamos nuestro tratamiento específico sobre la articulación con técnicas musculares, a la vez que colaboramos con dentistas en casos de mala oclusión o bruxismo.

Muchas veces nos preguntan cada cuánto es bueno acudir al fisioterapeuta. No existe una respuesta universal para ello. Cada persona tiene su arquitectura, su genética, su historia y exigencia física y mental… Pasamos por etapas más tranquilas y otras más demandantes, preparamos competiciones, ocasionalmente tenemos extraordinarias cargas de trabajo, o por motivos personales sufrimos de más estrés de lo que podemos llevar buenamente…

Suelo contestar a mis pacientes, que en cierto modo somos como un coche, y al igual que a éste, hay que darle mantenimiento. Si el coche es resistente (una buena genética), o más nuevo (niños-jóvenes), quizá no hace falta mucho mantenimiento, a no ser que se le solicite demasiado. Si no es el caso, pues igual se le puede hacer alguna mejora (trabajar alguna carencia física, mejorar ergonomía…). La cuestión es “conocer qué clase de coche eres”, y cuando te iría bien un mantenimiento.

En EduMar buscamos  junto con los pacientes que así lo desean, sus ritmos y necesidades, y son muchos los que mejoran su calidad de vida simplemente porque hacen un mantenimiento regular, acorde a su estado, que previene que cualquier pequeño desajuste se pueda convertir en el medio plazo en algo más serio.

Cuando vamos envejeciendo, de manera natural los tejidos van perdiendo sus propiedades, y por lo general, los cuerpos se vuelven más vulnerables. Preservar la calidad de los tejidos en lo posible, mantener el cuerpo activo y disminuir el dolor  es de gran ayuda para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores. La larga experiencia en geriatría (más de 15 años en residencias de ancianos) me ha enseñado mucho en el manejo del dolor, el tratamiento de la movilidad, y la educación tanto al paciente como a la familia, para adecuar los hábitos y técnicas en paciente gerontológico. Comunicación, delicadeza, respeto y transmitir confianza (sobre todo cuando el dolor, la debilidad o la inseguridad es grande) son base de la terapia con ellos.

En muchas ocasiones, nos encontraremos padeciendo un problema de salud de carácter permanente, que nos invitará a tenerlo en cuenta en nuestro día a día. Conocerlo, aprender a gestionarlo y  buscar el modo de que nos suponga la menor limitación posible es una tarea personal, pero en la que a veces la fisioterapia puede tener también una labor fundamental. Desde nuestro centro intentaremos aumentar el entendimiento de la patología sin caer en las generalidades, sino observando la singularidad y casuística concreta de la persona que acude  a nosotros, para ver cómo podemos mejorar lo más posible los síntomas, y normalizar al máximo su vida.

A nadie le sorprenderá si le digo que este factor está detrás de muchos de los problemas que aparecen en la consulta. Cuando estamos sometidos a él, el cuerpo modifica sus umbrales de percepción, de tensión, de respuesta, de capacidad de adaptación… los recursos de nuestro cuerpo disminuyen, sus rutinas se distorsionan, y nuestro sistema neurológico y hormonal se encuentran alterados.

Si bien la fisioterapia no puede por lo general  atajar la causa (salvo que ésta tenga su origen en algo propiamente físico y tratable), sí que puede ser útil para mejorar los síntomas físicos asociados a estos episodios, y desde una reducción de la respuesta corporal a los mimos, ayudar a mejorar la situación general del paciente.

En muchas de las patologías que nos encontramos, para resolver un problema entra en juego la rehabilitación. No se trata de hacer una sesión y problema resuelto, sino que habrá que trabajar en una dirección para que la lesión/problema mejore y no se vuelva a repetir, o al menos, mantenerlo a raya. Por ello, practicamos ejercicios en la consulta, y hacemos asesoramiento y seguimiento de la actividad, introduciendo y/o modificando ejercicios para lograr obtener los mejores resultados.

Técnicas

Nuestra forma de trabajar

Mediante una serie de técnicas de manuales que combinan presión, fricción y deslizamiento, esta terapia ayuda a mejorar los trastornos neuromusculares y musculoesqueléticos, facilita la eliminación de toxinas, activa la circulación sanguínea y linfática e incrementa el aporte de oxígeno a los tejidos, entre otros beneficios.

Es una terapia basada en la aplicación de técnicas manuales, entre las que podemos encontrar la manipulación y el uso de técnicas rítmicas. Está especialmente dirigida al tratamiento del aparato músculo-esquelético (huesos, músculos, ligamentos y tejido conectivo) con el objetivo de restablecer la movilidad y mantener la elasticidad en todos los sistemas, disminuyendo así el dolor provocado habitualmente por sedentarismo, malas posturas, sobresfuerzos físicos, estrés, etc.

El sistema cráneo-sacral envuelve al cerebro y la médula espinal, esencia de nuestro funcionamiento, ya que dirigen los sentidos, las emociones y las funciones motoras. Es por ello que el sistema cráneo-sacral está relacionado con la salud y el bienestar del cuerpo entero.

La Terapia Cráneo-Sacral, es una terapia tan suave y segura que es apropiada para personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés, así como durante el embarazo y posparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad, y  se utiliza para tratar una gran variedad de problemas de salud, incluyendo dolor de cabeza, dolor de cuello y espalda, disfunciones de la A.T.M., cansancio crónico, dificultades de coordinación motora, escoliosis, fibromialgia, problemas oculares, depresión endógena, hiperactividad, problemas de concentración, disfunciones del sistema nervioso, además de otros trastornos físicos y psicológicos.

Se trata de estiramientos terapéuticos analíticos aplicados con objetivos específicos, como incrementar la flexibilidad de determinados ligamentos, alargar grupos musculares, actuar sobre el rango de ciertas articulaciones, inhibir puntos gatillo, rebajar el tono muscular, o mejorar la representación corporal a nivel central.

Es un tipo de técnica de inmovilización con tiras adhesivas que pretende limitar selectiva y mecánicamente la movilidad de una articulación en el sentido del movimiento que afecta a las estructuras lesionadas de los tejidos periarticulares. A través del vendaje funcional se colocan los diferentes elementos orgánicos lesionados en situación de acortamiento, lo que a la vez proporciona, además de una acción antiálgica. Se impiden exclusivamente aquellos movimientos que afectan a las estructuras dañadas sin limitar el resto de movimientos, facilitando la curación de una determinada lesión y permitiendo al paciente no interrumpir su actividad.

Se trata de un tipo especial de vendaje, por lo general para el músculo, aunque también puede abarcar otras estructuras que nos interesen. Su objetivo es asistir y disminuir las tensiones que actúan sobre las estructuras lesionadas, permitiendo a la vez al paciente una movilidad completa y reforzar la articulación o músculo lesionado. Es un refuerzo funcional en el tratamiento de lesiones musculares, articulares, neurológicas y ligamentosas, y ayuda también a la reducción de la inflamación y del linfedema.

También conocida como movilización neural del sistema nervioso, o neurodinámica.

Es un método de evaluación y tratamiento del aparato neuromusculoesquelético que se basa en la estimulación mecánica del sistema nervioso y de las estructuras anatómicas que lo protegen directamente a través del movimiento. Con esta técnica logramos influir positivamente en sus funciones fisiológicas, mecanosensitivas y biomecánicas.

Según el Dr. John E. Upledger, a veces acumulamos energía de origen físico o emocional que nuestro cuerpo no ha sido capaz de liberar. A esta acumulación energética la denomino “quiste energético”, ya que el cuerpo tiende a encapsular o enquistar todas aquellas energías que no es capaz de liberar.

Estos “quistes” se albergan en nuestros tejidos, provocando zonas de disfunción. Nuestro organismo puede ser capaz de adaptarse a la existencia de muchos de estos “quistes energéticos”, pero le suponen un esfuerzo extra, llegando en ocasiones a no poder seguir adaptándose a esa alteración, empezando a aparecer síntomas.

La terapia somato-emocional es una terapia que une el tratamiento del cuerpo y de la mente. Mediante el desarrollo de la capacidad de localizar en el cuerpo estos quistes y el desarrollo de un diálogo terapéutico adecuado (actuando siempre con respeto, paciencia, humildad, objetividad y honestidad), una persona puede apoyar en otra el proceso de liberación de estas energías., de modo que podrían mejorar o incluso desaparecer sus síntomas, ya sean físicos o emocionales.

Ponte en buenas manos

    Respetamos tu privacidad. No haremos un mal uso de tus datos y no te enviaremos spam. Prometido.

    Contacta por WhatsApp